Sin duda Internet ha modificado muchos hábitos y pautas en nuestra vida diaria. La velocidad a la que se suceden estos cambios es de vértigo. En esta evolución de Internet ahora podemos ver como cambia uno de las aspectos de nuestra vida: la formación.
Venimos de unas estructuras rígidas y estáticas y nos adentramos en un mundo, en una sociedad fluida, líquida… ese es el gran avance, pero a la vez la gran incertidumbre. Nada es lo que era, nada es lo mismo no para siempre, sino al día siguiente. Hay que adaptarse a este cambio y de la forma más rápida posible. Esto entre otras cosas provoca flujos continuos de aprendizaje y formación, es decir necesitamos continuamente sumar y añadir nuevos conocimientos que nos permitan estar al nivel adecuado para los nuevos retos que surgen constantemente.